lunes, 11 de marzo de 2013

El Vidente Moribundo, parte IV



Día 7, Un poco de vino y queso.
La soleada mañana del domingo los miembros del RHC encuentran en sus taquillas dos documentos de interés, una copia del periódico local, que anuncia una convocatoria por parte de Heward Sechim a la ciudadanía de Flint con el objeto de compartir sus últimas visiones y un paquete con una maquina de moler café, granos de primera calidad y una dirección de una iglesia abandonada en The Nettles cortesía del sr. Cippiano.

 Presto se dirige el E3 para encontrar al doctor desaparecido y con él los documentos que Nilasa robó. La decrépita iglesia  se encuentra excavada en la roca y en ella un atemorizado doctor y sus “guardaespaldas /secuestradores” se enfrentan al grupo. El doctor teme que los agentes sean falsos miembros del RHC y que estén en el bando del  Agente Porter, o como WvR dice “El hombre con la piel de sombras”. 

Tras esta breve escaramuza el doctor depone las armas  y acepta  explicar que ocurrió hace una semana, no obstante dicha explicación se ve interrumpida cuando  el agente Porter y sus secuaces atacan intentando matar al Dr. Wolfgang. Con la colaboración del cirujano, que se muestra realmente diestro con la espada los matones se retiran fuera de la iglesia. Ya en paz el doctor explica que se encontraba en el consulado de Danor preparando un visado de viaje hacia Ber cuando al salir pudo ver como la joven Nilasa se precipitaba desde la ventana. Se acerco para auxiliarla y ella le entregó los documentos y un colgante pidiéndole que se pusiese salvo. En un callejón cercano mientras revisaba los papeles y recuperaba el aliento fue asaltado por el supuesto agente Porter que le agredió y resultó ser una criatura con la piel hecha de sombras.   

El Dr. Wolfgang von Recklinghausen
Wolfgang buscó refugio en la zona más peligrosa de Parity Lake donde fue contactado por agentes del gremio local de ladrones, que le ofrecieron ayudarle con si situación y  que le han estado vigilando en la iglesia abandonada, aunque en estos últimos días parecían más interesados en que no escapara que en su propia seguridad. 

Mathias examina la documentación y ve que en su mayoría se trata de anotaciones contables, contratos, etc. sin aparente relación entre ellos pero del Dr. Afirma que ha podido encontrar algo más extraño en ellos y que está dispuesto a compartirlo si le ayudan a salir de su encierro. No obstante no disponen de mucho tiempo para poder examinar la documentación pues unas voces les llaman a la salida de la iglesia, salida que se encuentran cerrada por unas barras de reluciente acero. En frente de un elegante carruaje tirado por 4 caballos espectrales un elegante caballero con acento Crisillyir se presenta como el sr. Leone Quital y exige la entrega inmediata del Dr. WvR y de la documentación en su poder. El sr. Quital aclara que no se trata de una negociación, da un plazo de dos horas y toma asiento en una silla mientras un disco de metal flotante ejerce de mesa sobre la cual degusta un aperitivo de queso y vino mientras consulta su reloj de bolsillo. “2 horas agentes, entréguenme al doctor y  los papeles o aténganse a las consecuencias” 

Los agentes se repliegan al interior de la iglesia sopesando sus opciones, cuando Helmut recuerda que en la iglesia hay una pequeña cocina, y si hay cocina existe una salida de humo, es por allí por donde escapan sin ser detectados dirigiéndose al cuartel del RHC donde ponen bajo custodia al Dr. y entregan al experto en finanzas de la oficina la documentación contable. Ante las amenazas de Leone los agentes deciden dormir en el cuartel (otra vez) lo cual conlleva las bromas de los compañeros. Es la hora de que el Dr. Recklinghausen les diga que es lo que ha visto en los papeles del consulado.

Algo se esta cociendo en Flint

Lo primero que encontró Wolfgang es abundante información manuscrita por el Jefe de seguridad Le Brix en la que se esbozan serias irregularidades financieras en algunas empresas de capital Danorano y que parecen indicar una especie de operación de contrabando aunque la cantidad de anotaciones y desorden de las mismas hace difícil realizar una síntesis apropiada de los datos.  Mejor dejar estos datos en manos de los contables, los cuales se ponen manos a la obra para dar una respuesta al RH3 en el plazo mas breve posible. 

Lo que realmente inquieto al Doctor es la referencia de LeBrix visitando factorías en las cuales encontró unos frascos con un extraño aceite negro con motas blancas. Tras esto se ordenó a jefe de seguridad que cesase en sus investigaciones. Recklinghausen sabe algo de esa substancia, se llama aceite brujo o aceite de almas, un refino de la esencia del Páramo Sombrío que algunos alquimistas sin escrúpulos han sido capaces de sintetizar en lugares en los que la presencia del reverso oscuro del mundo es fuerte. Pero siempre se ha tratado de pocos gramos no litros como se indica en los documentos. Este aceite puede utilizarse en rituales y ademas es un potente combustible que arde durante mucho tiempo. Lo siniestro de este aceite es que su potencia proviene de la esencia de almas que esperan su descanso eterno. De golpe todo acaba de volverse terriblemente siniestro.



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