martes, 29 de enero de 2013

El Vidente Moribundo II

Las cosas sencillas en un crimen raramente lo son de verdad y el caso de la muerte de Nilasa Hume parece tener una ramificaciones mucho mas complicadas que las que nuestros agentes del RHC hubiesen podido imaginar, con el cadáver aun en "caliente" no hay que dejar que la pista se enfríe.


Día 3

Por la mañana un agradable paseo en barca traslada al doctor Veker y al agente Helmut hasta las instalaciones del reformatorio Goodson. Allí los dos "cómplices" de fechorías de Nilasa, Ford y Travis estan dispuestos a colaborar con la policia si logran que su pequeño error con la justicia sea perdonado y esos les evite largas jornadas de gimnasia en cubierta, musica clásica y libros que no saben leer. El agente Helmut aplica la mano dura con Ford pero Veker se gana la confianza de Travis, si logran que lo suelten le dirá donde se iba a producir la reunión de Nilasa con los contrabadistas. Sobre la fuente del dinero de Nilasa, ambos lo tienen claro, ella afirma que se lo ha facilitado Galerna.

Nevard Sechim, muy, pero que muy viejo
Mientras tanto el resto del equipo callejea por Flint buscando al Dr. WvR descubriendo que le vio entrando en la peor zona de Parity Lake, aquella controlada por el señor del crimen local Lorcan Kell. Pero quizas la revelación mas interesante se produce cuando llega el informe de la policía al cuartel, el agente Porter es un oficial retirado desde hace 60 años... por que es la fecha en que murió. 

Con algo de tiempo libre y ya todo reunidos el grupo se dirige de excursión a Cloudwood. Tras un pequeño malentendido con un carruaje al borde del precipicio y un tiroteo en el que los asaltantes  no eran tales, si no los libertadores los agentes llegan a la pequeña choza donde vive Heward Sechim el venerable vidente del Flint rodeado de sus extensa familia. 

El anciano recibe a los agentes y les informa que, efectivamente conoce tanto a Galerna como a Nilasa y que de hecho es buen amigo de la primera a pesar de que en muchas ocasiones no presta atención a sus consejos. No obstante esta seguro de que podría concertar una cita con los agentes siempre y cuando le ayuden a cumplir una ultima voluntad, superar la barrera de polución que oscurece sus visiones, ascender a lo alto de la maldita colina de Cauldron Hill y ver el cielo estrellado en todo su esplendor una última vez.




Día 4,

 
Tras realizar el preceptivo papeleo ante los juzgados Travis (el "cómplice" de Nilasa) es puesto en libertad y los agentes del E3 reciben lo prometido, esta noche cerca de las islas de The Ayres se va a producir el intercambio con los contrabandistas de Crisillyir. La base del grupo de Nilasa se encuentra  en una pequeña cabaña en la costa pantanosa de Pine Island.  Los agentes discuten sobre qué curso de acción tomar.  Mathias es partidario de acudir a la base de los anti-sistema en los pantanos y esperar a que regresen una vez comprada la mercancía evitando así el conflicto con los traficantes. Helmut se decanta por un enfoque mas arriesgado, tomar prestado un embarcación de la policía, solicitar un grupo de agentes de refuerzo y emboscar a las naves en el mar, capturando tanto a los contrabandistas como a los anti-sistema apropiándose de las armas y el botín. Tras una tensa discusión los miembros del E3 optan por ir a por el premio gordo y seguir las tesis de Helmut.  
El alcalde de distrito Reed McBannin

Durante el día los agentes visitan la residencia del alcalde del distrito de The Nettles, Reed McBannin para obtener la autorización necesaria para ascender a Cauldron Hill, McBannin la concede no sin antes poner en pre-aviso a los agentes de que se encaminan a un lugar peligroso,  que deben seguir en todo momento sus instrucciones y pasar por su mansión (que se encuentra a mitad de ascenso) al bajar para someterse a un ritual de purificación.


Por la noche y navegando en la oscuridad el E3 se acerca a los dos barcos, para su fortuna el barco de Crisillyir no está equipado con cañones, para su desgracia el cargamento que transporta son varitas mágicas de un solo uso que sus marinos no dudan en usar contra los desprevenidos agentes. En un combate sangriento y arduo, superados ampliamente en número, los agentes casi sucumben ante la intensidad del fuego enemigo pero finalmente prevalecen a costa de la muerte del agente Helmut. La recompensa no obstante es mayúscula pues no solo se hacen con la posesión del cargamento de varitas si no también con 10.000 escudos de Risur y 1.000.000 de Coronas de la Isla de Mann  en papel moneda (una pequeña isla en la frontera entre Drakr y las tierras de la malicia) Incapaces de resistir la tentación el agente Mathias Clint se esconde 100.000 coronas y Siobei se queda con un juego de varitas. 

De madrugada los detenidos son entregados en la sede del RHC y el cuerpo del agente Helmut dispuesto para su resurrección (nota: a partir de este momento me estuve planteando como encajaba todo lo relacionado con resurrecciones en un mundo tan particular como Zeitgeist en el que la existencia de los dioses es discutida y discutible. Por lo tanto decidí que al menos en los 10 primeros niveles no hay posibilidad de resucitar).
 

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