domingo, 6 de octubre de 2013

Excavando Mentiras II



Camino al Sur

Armados con evidencias de la existencia de tráfico de reliquias mágicas peligrosas y localizadas la fuente de las mismas el E3 obtiene permiso del inspector Delft para desplazarse al sur e investigar el zigurat para determinar la causa de la muerte de los miembros de la expedición y si aún existe algún riesgo mágico en el lugar. 

 



En la villa de Agata las autoridades locales no ha realizado ningún progreso en la investigación ya que “adentrarse en el pantano es cosa de locos de ciudad y si les paso algo, pues bueno, ellos se lo buscaron”.  El único testimonio es unos extranjeros pasaron por el pueblo camino al tren portando algo pesado en una carreta y que poco después la joven doctora salió claramente desorientada del pantano




El Zigurat

Las diferentes cámaras del zigurat están consagradas a los diferentes planetas y cada una de ellas cuenta con una trampa relacionada con su elemento, guiados por los agentes Clint y Siobei, los miembros del E3 llegan hasta lo más profundo del complejo (a pesar de una extraña trampa alucinatoria y el ataque de unos seres incorpóreos de pesadilla parecidos a los que se manifestaron en la feria de armas) 

El Mapa de los Antiguos
3 cámaras llaman su atención, en una de ellas un extraño “mapa” de Lanjyr ilumina un punto en la costa cerca de Segobriga en Ber. En otra ricamente decorada con bajorrelieves falta un enorme disco de casi 2 metros de diámetro del que solo queda el hueco en la pared. En la tercera se encuentran los cadáveres de la expedición de Xambria con horribles mutaciones en sus cuerpos y entre dos columnas un gran disco de oro. 

Clint puede notar como la influencia del planeta Apet relacionado con la adivinación, los sueños y el tiempo  se filtra a través de la piedra y lo invade todo. Una inspección mas cercana revela que la roca no es de oro, solamente tiene una pequeña capa de pintura y puede ser retirada de la pared. El descubrimiento es un  sorprendente espacio vacío y atemporal en el que flotan varios cuerpos de los expedicionarios. Aunque el Dr. Veker y Siobei desearían tener más tiempo para investigar el lugar, Clint y Stasi comienzan a comportarse de manera extraña. Es hora de regresar a la superficie. En ese momento un agua negra comienza a fluir entre las baldosas de la sala del sello y a reanimar los cadáveres de los caídos, es una huida en toda regla a través de las salas llenas de trampas con las momias de los antiguos habitantes atacando a los exploradores. Exhaustos, heridos y con Stasi deteniéndose a jugar con su jaguar Nii cada dos por tres (lo que obliga a sus compañeros a arrastrarlo) escalan los últimos tramos de la salida y logra llegar al exterior, solo para comprobar que caído de han caído de la sartén a las brasas.


Cara a cara con el Titán. 


Muertos, miles y miles de seres muertos en el pantano y ahora reanimados por la marea necrótica se dirigen imparables hacia el zigurat. “Esto es el fin, traidores!” grita el perturbado agente Clint mientras la lluvia arrecia en la cima de la pirámide. Al instante una figura imposiblemente grande cubierta de plumas y apestando a decadencia arrasa las hordas de criaturas muertas, es la Voz de la Podredumbre, el Titan del Pantano alto que desea hablar con los siervos del rey Kelland. Algo ha escapado de su encierro en el zigurat y eso ha molestado a la Voz que exige que la criatura sea capturada y la deuda saldada o que los siervos de Kelland mueran intentándolo  y sus cuerpos se pudran como ofrenda. Antes de partir otorga su bendición, un vomito de barro que otorga a los agentes la capacidad de detectar la energía del plano de Apet.








 


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